Si siguen las redes de Soy Barista, ya tendrán una idea de lo insistente que soy en este tema y la razón es muy sencilla: buscamos un café increíble, lo calibramos para extraer la mejor versión de sus sabores y lo arruinamos con una máquina sucia. Simplemente ¡no tiene sentido! Sobre todo cuando limpiar el equipo no es nada complejo y debe de ser una de las responsabilidades diarias incuestionables de la rutina del barista.
De repente existen muchas dudas alrededor de cómo se debe de limpiar correctamente y principalmente sobre su frecuencia. Así que en este artículo vamos a repasar los pasos necesarios para que la máquina quede impecable después de cada uso.
Uno de los debates es: ¿cada cuánto debería de lavar mi máquina de espresso? La respuesta indudablemente es: todos los días que se haya utilizado, y sí, con los detergentes. Pero vayamos en orden antes de profundizar en los pasos para utilizarlos.
Debemos de entender que la máquina se ensucia más de lo que pensamos y es que no vemos el interior del grupo pero basta con dar un vistazo después de haber preparado un espresso, sin haber purgado, y van a ver que quedan muchos residuos y de ahí la importancia de purgar siempre.
Siempre es recomendable durante el día tener el cepillo para limpiar el grupo a mano y pasarlo cuando tenemos momentos de calma después de un rush y si lo queremos llevar un paso más allá, podemos colocar el portafiltro ciego, hacer una limpieza corta sin los detergentes y aprovechar para limpiar la canasta. Todo esto ayuda a que mantengamos la calidad del espresso que calibramos en la mañana, durante el resto del día.
Al final del día sí se deben de utilizar los detergentes y a menos de que contemos con una máquina que tenga su propio ciclo de limpieza, debemos de seguir las instrucciones de cada producto, ya que dependiendo de la marca varían.
Se recomienda al menos una vez a la semana dejar en remojo los portafiltros, las canastas y duchas, por 30 minutos con una solución de 3 gramos de Cafiza y 500ml de agua caliente.
Todos los días antes del cierre se debe de retirar el café de la tolva, guardarlo en la bolsa adecuada. Además se debe de purgar completamente el molino para que quede la menor cantidad de suciedad posible. Al menos una vez a la semana utilizar el producto limpiador para las muelas de molino para espresso. También se debe de limpiar la tolva con un paño o toalla de papel seco para remover los aceites que se van acumulando.
Se recomienda además aspirar el molino para remover todo aquello que la brocha no llega a eliminar.
Todos los implementos como caja de golpe, mat para compactar, los paños (principalmente el de la lanceta), y jarras se deben de lavar y secar al cierre.
Fallar en la limpieza genera altos costos de reparación y problemas en la consistencia de la funcionalidad de los equipos. Además se deben de utilizar los productos correctos para cada una de las partes que se deben de limpiar: grupos, lanceta, cafetera automática, y molino. Cada uno de estos tiene una fórmula específica para remover compuestos en concreto como los aceites del café o los residuos de leche.
Como baristas tenemos la imperante responsabilidad de evitar enfermedades transmitidas por alimentos y por eso debemos de saber cómo manipular correctamente los alimentos pero también cómo mantener los equipos limpios.
Durante la certificación Barista Skills es un tema que se aborda con mayor profundidad. Si estás interesado en conocer más sobre el Coffee Skills Program, podés dar click a este enlace.
También podés ver este video que aborda la importancia de la limpieza por el barista campeón mundial Gwilym Davies.